Los departamentos de marketing se han regido desde siempre por la creatividad, buscando el gancho comunicativo que mejor refleje el beneficio de lo que se quiere vender. Sin embargo, cada vez el marketing adquiere una naturaleza más científica, hecho que cambia las reglas del juego.
En este sector, siempre hemos necesitado herramientas que nos ayuden a medir el retorno directo e indirecto de nuestras campañas. Como consecuencia, diariamente nos encontramos trabajando con una gran cantidad de información que nos lleva a replantarnos el estudio desde un perfil más analítico.
Hace unos años, comparar estos datos era un proceso muy costoso que requería tiempo. Se tenía que crear toda una base de datos, producir en papel y desde el momento en que se enviaba la campaña y se recibía una respuesta podían pasar hasta dos meses. Por lo que se disponía de poco tiempo de reacción, en el caso de que algo saliera mal.
A diferencia de entonces, ahora sí que contamos con todas esas herramientas que nos ofrecen información real en menos de dos horas. Y gracias a ellas, podemos conseguir resultados óptimos. Pero se necesita algo más que grandes aplicaciones informáticas para conocer los resultados de los impactos llevados a cabo. Me estoy refiriendo a la capacidad de analizar estos datos, trabajar con ellos para detectar siempre la mejor solución.
Frente a esta idea, considero que los departamentos de marketing deben cambiar mucho porque precisamente presentan esta carencia. Por lo general, en muchas compañías españolas de este sector faltan personas que estén capacitadas para trabajar con esta mentalidad y conocimientos tan específicos en un campo concreto.
Sea cual sea el servicio o el producto que se esté estudiando lanzar al mercado, es primordial que acabe siendo revisado por todos los integrantes de la empresa. Esto hace enriquecer el proyecto porque contará con el análisis de diferentes puntos de vista (contenidos, resultados económicos, diseño…).
Trabajar con un equipo multidisciplinar no significa contar con la opinión de las personas de tu empresa, implica tener una garantía a la hora de testar. Toda una realidad porque cada integrante, experto en su materia, analiza el proyecto aportando una valoración que lo perfeccionará.
Esta reflexión va enlazada con la que hice en uno de mis últimos post sobre la importancia de rodearte de perfiles ‘A’ para trabajar en tu empresa. Estas personas presentan unas cualidades personales y profesionales por encima de la media, de modo que debes contar siempre con su capacidad analítica. Estarás fomentando la cultura empresarial de la excelencia por lo que las decisiones y resultados siempre serán los mejores.
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