El próximo jueves tendrá lugar la esperada jornada de Growth Barcelona 2013, un distinguido encuentro anual donde se nos brinda la oportunidad de aprender de los mejores CEOs y coaches expertos en crecimiento empresarial. De nuevo, este año también desde Cyberclick hemos querido participar a hacer posible este acto y a la espera de los pocos días que quedan para que se celebre, he acabado con una clara reflexión algo triste que quería compartir en este blog.
Repasando el listado de los asistentes, nos damos cuenta del largo recorrido que todavía le queda a España a la hora de tomar consciencia de la importancia que tiene la formación empresarial, concretamente en el ámbito de la motivación, estrategia y las decisiones de ejecución. Hoy más que nunca, debemos alentar a los CEO españoles a escuchar detenidamente las lecciones de éxito de ponentes con gran reputación a nivel internacional.
Bien es cierto, que seguimos sometidos al duro golpe de la crisis económica y todos miramos minuciosamente cada paso, objetivo, e inversión a hacer para mantener a flote nuestro negocio. Pero me estoy refiriendo a lecciones que buscan y potencian cada una de las cualidades personales y profesionales de todos aquellos que integran una empresa logrando así, despertar su interés, gratitud, espíritu de superación y, como consecuencia, creando también unidad para un óptimo trabajo en grupo.
Además de este importantísimo componente más personal, con los escasos recursos que tenemos la pregunta que nos deberíamos hacer es si nos estamos fijando los objetivos adecuados. Ahora más que nunca tenemos que ‘edificar’ sobre terreno seguro, lo que equivaldría a una estrategia de negocio alcanzable que ayude a incrementar nuestras ventas. Teniendo delante ejemplos contrastados de toma de decisiones y la oportunidad de resolver dudas, ¿no nos sería más fácil hacer un autoexamen y detectar alertas que pueden desembocar en futuros resultados negativos?
Según el Barómetro IFAES de la Formación Profesional en España 2013, el 75% de las empresas apenas invierten en formación. Los datos son preocupantes: sólo un 25% de las compañías estudiadas destina más del 1% de su masa salarial a la formación de sus empleados cuando en países como Francia o EE.UU. estas cifras alcanzan el 2,9 y el 2,5% de media respectivamente. Concretamente el 70% de las empresas de más de 500 empleados destina menos del 1% y el 32% de las empresas de menos de 100 empleados no fija un presupuesto anual destinado a esta formación.
Algo estamos haciendo mal. Mayoritariamente las empresas enfocan mucho más estas clases a la capacitación profesional de sus empleados (herramientas técnicas, procesos, productos…), dejando en segundo plano temas de crecimiento personal y desarrollo profesional. Cuando la realidad es la siguiente: el mismo estudio advierte que los temas formativos que cobrarán más protagonismo en los próximos años, según las prioridades de las compañías, son: el desarrollo personal, la estrategia de la empresa y la cohesión y las fuerzas de grupo (team-building y strength-building).
Adelantémonos a estos hechos. En Amsterdam, el mismo evento de Growth Summit tiene el triple de asistentes de los que vendrán a Barcelona. Deberíamos de tomar consciencia de todos estos datos y poco a poco apostar más en nuestro país por este tipo de formación. En los tiempos que corren de cambios tenemos que estar constantemente aprendiendo. La experiencia de expertos en crecimiento empresarial es una lección que nos ayudaría a gestionar mucho mejor las personas implicadas en un negocio y fijar objetivos accesibles que multipliquen nuestras posibilidades de éxito.