La semana pasada me alegró ver que Richard Branson vuelve a ser noticia dada la flexibilidad que ofrece a sus trabajadores. En esta ocasión, sus declaraciones fueron que buena parte de las personas que forman Virgin pueden elegir libremente cuántas vacaciones quieren hacer.
No es la primera vez que hablo en este blog sobre Branson. Me parecen muy interesantes algunas de las lecciones de vida que promueve y cómo las pone en práctica con su equipo para crear una empresa feliz basada en satisfacción laboral y la confianza mutua.
Es muy común escuchar a alguien quejarse porque no puede compaginar sus vacaciones con su pareja. También se dan casos donde el equipo va desbordado de trabajo. Esto ocurre en las compañías cuyas reglas son muy rígidas y prohíben la flexibilidad laboral.
Nosotros, en las distintas compañías del Grupo Cyberclick, ya hace ya casi 3 años que aplicamos la política de vacaciones que promueve ahora Branson. Cada persona puede disponer libremente de los días que quiera considerando sus necesidades personales y las de la empresa.
Esto únicamente es posible cuando contratas a personas muy responsables que entienden perfectamente la realidad de la compañía y son conscientes de cuándo su trabajo es más necesario y cuándo lo es menos. Existen muchas empresas que son referentes en esta flexibilidad laboral. Nosotros continuamente nos inspiramos en Netflix, Zappos, SEMCO, SRC Holdings Corps, Zappos etc..
Si una persona prefiere trabajar libremente el sábado desde su casa para acabar una tarea pendiente, ¿por qué no podrá tener libre un martes? Cuando ofrecemos autonomía a nuestro equipo éste te devolverá confianza y resultados brillantes. Por lo que tiene su sentido que cada uno pueda tener el horario que mejor le vaya y disfrutar de las vacaciones según su criterio.
Al confiar en tu equipo, confías en su sensatez. Este tipo de gestión de talentos permite delegar puesto que con responsabilidades individuales las personas toman decisiones según su criterio. Y es un círculo virtuoso: la empresa gana agilidad y productividad mientras que ellos se sienten más reconocidos por su buen trabajo y tienen mayor libertad.
Desde mi punto de vista, cualquier persona que pueda alinear sus intereses personales y profesionales y tenga la capacidad de decidir sobre ellos podrá sentirse mucho más realizada. Y como consecuencia de su buen estado de ánimo, podrá trabajar en su máximo rendimiento y conseguir así, unos resultados óptimos.
Estoy seguro que a corto plazo cada vez más compañías trabajarán por dar capacidad de decisión a cada una de las personas que forman la empresa apostando y confiando en su talento y responsabilidad.
Crédito imagen: slalit Happy feet