Esto no es una dieta milagrosa ni pretende ser la panacea irreal a un problema. Al contrario, aquí te ofrezco las claves reales y prácticas de cómo aprender a decir NO en 5 pasos. Si quieres construir una empresa feliz tienes que pasar por este aprendizaje tanto si eres parte del equipo de una empresa o la persona responsable que lidera.
Grita al viento tantas veces como puedas esta palabra que significa negación. ¡No, no, no, no y no! ¿A que te has quedado a gusto? Normal, da gusto decirlo ya que es una forma de expresar lo que sentimos y pensamos. Pero en el entorno laboral está prohibida. Parece de mal gusto y suele ser sinónimo de generar conflictos entre compañeros o con el jefe. Pero todo lo contrario, decir NO a tiempo de forma asertiva puede solucionar o evitar muchos problemas.
Así que respira a fondo y empieza a mentalizarte que este es el camino para aprender a decir NO positivamente en conversaciones cruciales:
- Pierde el miedo al “no”: Esta no es una palabra negativa, solo es una forma de que transmitas tu disconformidad con una idea o punto de vista. Eso sí, cuando digas que “no” siempre has de tener una contra respuesta pensada: ya que tu negativa viene dada a que piensas que hay formas mejores de llevar a cabo una tarea determinada o simplemente porque no es el momento de implementar algunas acciones.
- Controla el arte del leguaje: Razona bien tu argumento y siempre con frases asertivas. No descalifiques lo que ha dicho la otra persona, tan solo coméntale con buenas palabras tu punto de vista. Un vocabulario agresivo o negativo puede llevar al traste todo tu mensaje y poner en contra al resto de oyentes, ya que se pueden sentir atacados. Seducir siempre es mejor que intentar imponer.
- Aprende a decir “no” sin decir “no”: Hay muchas formas de dar un punto de vista contrario o diferente sin tener que usar la rotunda palabra del “no”. Algunos ejemplos son, “me parece genial tu idea, pero había pensado que…”, “me encanta lo que estás comentando, aunque si me dejas aportar mi punto de vista…”, “tal vez sería una buena idea esperar un poco más de tiempo para llevar a cabo lo que planteas…”, “en este caso apostaría por otra acción, pero tu propuesta nos ha encantado y la podemos revisar más adelante…”, etc.
- Atrévete a decir “no” a tu jefe: Lo ideal es tener un líder responsable y con el que sea sencillo plantear tu punto de vista. Consensuando las ideas consigues que sea más fácil exponer opciones divergentes a las del jefe. Así conviertes una reunión en un “brainstorming” y gana la idea más consensuada. Aquí no hay una lucha de síes y noes, solo una búsqueda por lo mejor. Pero, no existe el perfecto jefe y los hay que no aceptan un “no” directo. Ante este tipo de personas puedes aplicar las soluciones que he dado en los puntos 2 y 3. Aquí lo más importante es proponer diferentes soluciones a un problema sin decir “no” ante la idea que ofrece el responsable de la empresa y controlar muy bien el tono y el vocabulario que se usa a la hora de exponerlas.
- Un “no” a tiempo puede salvar muchas situaciones. No retrases jamás dar una negativa si sabes que el tiempo está en tu contra. Intentar quedar bien en primera opción dando largas o síes a medias no lleva a ningún lado, solo a retrasar lo inevitable. Quedas mejor dando una negativa asertiva y de frente, así refuerzas tu imagen de persona sincera, de confianza y con las ideas claras.
A veces nos encontramos ante espejismos de grandes proveedores y maravillosas oportunidades, pero si no están alineadas con los valores de nuestra empresa solo nos reportarán problemas. ¡Mejor decir no! Y en otras ocasiones hemos de saber decir “no” a las ideas de los clientes, ya que malgastarían su dinero y es mejor que sigan nuestros consejos ya que somos los profesionales que han contratado. ¡Decir no nos reportará su confianza! Aprender a decir NO es un arte y uno de los 11 valores esenciales para construir una empresa feliz que planteo en mi libro.
David Tomás
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