Como me gusta pensar que he construido la empresa más feliz del mundo, y de ahí que escribiese el libro La empresa más feliz del mundo, valga la redundancia, me fascina estar en contacto con personas que comparten mi misma pasión: buscar siempre la felicidad personal y profesional.
Conozco emprendedores y emprendedoras que han realizado cambios drásticos en sus vidas para conseguir el objetivo que compartimos. Esto conlleva siempre salir de la zona de confort, dejar la seguridad atrás y lanzarse a un espacio desconocido, del cual conoces el final – tu propio objetivo vital –, pero no la forma en que lo transitarás.
Ya comenté muchos de estos puntos en mi anterior post: ¿Quieres que te diga cómo salir de tu zona de confort y vivir de tu vocación?, pero me gustaría compartir hoy con vosotros experiencias de personas cercanas y a las cuales admiro mucho, por su valentía a la hora de afrontar los cambios en su vida y buscar una vocación que les reportara más ilusión y poder compaginar vida y trabajo.
Así que ya sabes, si quieres conocer 3 historias de éxito, no dejes de leer cómo estas emprendedoras buscaron ser las personas más felices del mundo.
¿Cuál fue el detonante del cambio profesional?
Lucia Liencres trabajaba como bróker en una multinacional del sector de los seguros. Este tipo de trabajo puede reportar grandes beneficios a la persona que lo realiza, pero a la vez, conlleva un gran desgaste emocional y físico.
Tanto era así, que los dolores de cabeza eran constantes y llegó a tener muy poca flexibilidad corporal. Además, su rutina era muy aburrida.
Pero un día descubrió el yoga y ya no pudo pasar sin él. “Lo necesitaba cada día para poder desconectar”.
Tanto le empezó a gustar esta metodología, que decidió formarse como profesora de esta disciplina, porque le interesaba profundizar más en todo lo que conlleva ser un yogui.
“Descubrí mi cuerpo, aprendí a trabajar con él y cada día notaba los beneficios que la práctica del yoga me daba”. Esto le hizo ser consciente de que necesitaba salir de su zona de confort. Empezó a dar clases a las amistades y como pudo observar que se le daba muy bien, un día dijo adiós a su profesión de bróker y dio el paso definitivo hacia su nueva vida de yogui.
En cambio, para Elba Pedrosa, “los detonantes de mi cambio fueron dos: ver que la mayoría de adultos habían perdido su capacidad creativa y la necesidad de conciliar mi profesión con el deseo de ser madre”.
Elba durante muchos años se dedicó a la formación en empresas y organizar eventos para directivos, en los ámbitos de la comunicación y la creatividad, además de dirigir el departamento creativo de una agencia de publicidad.
Pero un día se preguntó a sí misma:
- ¿Por qué los adultos demostramos carencias en el pensamiento creativo?
- ¿Por qué nos sorprendemos cuando descubrimos que somos personas creativas a la hora de resolver problemas?
- ¿Por qué no somos conscientes de nuestra creatividad o incluso la rehuimos?
Al detectar estos bloqueos creativos de los adultos, vio que ella podía ayudar a descubrir el tesoro de la creatividad que todos guardamos dentro. Pero, ¿cómo? Formando a los profesores, para que ellos ayuden a sus alumnos en ese camino.
Y por último, la tercera experiencia vital de cambio que os quiero explicar, es la de Natalia Grech. Ella se ha reinventado profesionalmente 3 veces y siempre coincidieron con pérdidas de empleo.
Natalia ha pasado por el mundo de la consultoría, “el cual llegué a aborrecer profundamente, aunque me reportaba un buen sueldo”. Aquí vino su primer cambio, donde descubrió su verdadera pasión cuando empezó a organizar eventos en el sector de la publicidad, “ganaba menos, pero me divertía con lo que hacía, dándole un sentido a mi trabajo”. Con su segunda reconversión, recaló en una farmacéutica, dirigiendo el departamento de publicidad.
Y el último cambio la convirtió en autónoma y gestora de su propia vida. Hoy en día trabaja de consultora de marketing digital y considera que “desde el punto de vista de actividad, es parecido a lo que venía haciendo, pero cuando los ingresos dependen exclusivamente de ti, empiezas a valorar más lo que ganas y sientes el proyecto como algo totalmente propio. Eso sí, es más duro, aunque más satisfactorio”.
Tener claro el cambio y… ¿qué pasa con las dudas?
Un cambio siempre conlleva incertidumbre, pero la forma de afrontarlo depende de cada persona.
Puedes tenerlo tan claro, que ni el miedo o la duda te invaden. Pero, si en algún momento sientes estos sentimientos es normal.
Lo importante es no perder jamás la motivación del cambio. Tener claro que continuarás adelante pase lo que pase y sientas lo que sientas, porque sabes que estás luchando por evolucionar hacia algo mejor.
Elba considera que todos los inicios son difíciles. En su caso se vio obligada a cambiar de actividad casi de un día para otro a causa de un embarazo complicado. Pero la parte positiva, es que tuvo mucho tiempo para reflexionar y ver aquello que quería hacer realmente. Al final, decidió fusionar su conocimiento, la pasión por la creatividad y la responsabilidad de aportar algo a los demás, y surgió su nueva profesión de maestra de profesores: cómo ayudar a conservar la creatividad de la infancia en la edad adulta. Hoy en día, “cada vez que recibo feedback de mis alumnos, es como si mi corazón se hiciese un poco más grande”.
Natalia en cada reconversión de su vida profesional ha necesitado un tiempo de transición. En su última aventura como consultora de marketing digital reflexionó mucho e incluso puso en su vida un coach, que le ayudó a tomar la decisión más correcta y alineada con sus intereses vitales. Eso sí, cada vez que ha tenido la decisión tomada, no ha habido dudas. Solo quedaba seguir adelante con decisión. “Tengo claro que no quiero volver a depender de nadie y que si sigo el camino que me he marcado voy a conseguir lo que me proponga”.
Lucía nunca ha tenido dudas con su cambio. En parte, puede que sea porque este fue progresivo y no de golpe. Quiere cambiar la visión que tenemos el resto de las personas del yoga. “La percepción que muchos tienen es aburrida y solo para adultos. Pero no es así: es una forma de vida.” No tuvo dudas, porque quería abandonar su vida pasada y empezar a trabajar de yogui. Se ha podido reinventar y ser quién quería ser. “Mi corazón me decía que lo hiciera, que seguro que todo salía bien”. Sino cabía la posibilidad de volver a su estilo de vida anterior, si necesitaba sobrevivir. Pero por suerte y gracias a su tesón y trabajo, vive de lo que más le gusta.
Recomendaciones que dan ellas ante el cambio
Todo camino nuevo conlleva un aprendizaje.
Es interesante y positivo transmitir este conocimiento adquirido a las nuevas personas que vienen detrás de nosotros.
Aquellas que nos ven como referentes y quieren realizar un cambio importante en su profesión, para así conseguir ser la persona más feliz del mundo.
Con el aporte y la experiencia de Lucía, Natalia y Elba, las ideas esenciales de lo que se debe hacer (y no hacer) son:
- Puede llegar a ser la mejor decisión que tomas en tu vida. Solo se vive una vez y de lo que único que nos arrepentimos al final es de no haber intentado lo que deseábamos.
- Si no has encontrado tu camino, sigue buscando hasta que lo encuentres.
- Cuando encuentras el sentido a tu vida todo empieza a funcionar.
- No te pongas excusas, todo es posible se tenga dinero o no, si se tienes hijos y otras cargas.
- No tener miedo al cambio ni al fracaso. Después de un error solo cabe levantarse y seguir buscando el éxito.
- No hay nada más placentero que involucrarse en acciones que ayudan a los demás. No conviertas tu profesión en una simple actividad económica, dentro de tus posibilidades, busca desarrollar tareas con un tinte de responsabilidad social. La felicidad está muy relacionada con el agradecimiento y con hacer lo que tu pasión te dicta.
- Cuando trabajas en algo vocacional estás mejor física y mentalmente. Te encuentras más satisfecho y tranquilo.
- Busca desarrollar una profesión que te guste y se te dé bien de forma innata. Así podrás disfrutar todos los días.
- Realiza una reflexión muy íntima antes del cambio. Tener las cosas claras antes de abandonar tu situación laboral actual te ayudará a emprender mejor y con más tesón, porque sabes dónde quieres ir.
- Trabajar en solitario, cuando has empezado un nuevo proyecto laboral puede significar más responsabilidad, pero también mayor libertad y autogestión.
- Si sabes que quieres cambiar y no sabes hacia donde, siempre puedes pedir ayuda externa; a la figura de un coach o buscar en tu red de contactos personas que te pueden ayudar con su experiencia.
- Es imprescindible marcarse unos objetivos y diseñar un plan, para así alcanzarlos y saber hacia donde debes ir.
Espero que estas experiencias profesionales te hayan servido de ayuda y animado a realizar un cambio (si consideras que lo necesitas).
Recuerda, otros han pasado por lo mismo, y tú también puedes conseguirlo.
Busca tu motivación, ya que será el fuel para los momentos difíciles que debas afrontar. Y piensa que cuando necesites ayuda, si la buscas, siempre habrá alguien en el camino que te puede asesorar para superar tus problemas.
Sé un emprendedor nato, para convertirte en la persona más feliz del mundo según tú mismo.
Déjame aquí debajo algún comentario. Cuéntame tu experiencia o si tienes alguna duda.