Así empezaba un artículo de la Vanguardia publicado el pasado mes donde se explicaba la fuga de mandos intermedios que están sufriendo las empresas españolas. El diario hablaba de una epidemia silenciosa y sin precedentes y apuntaba a un replanteamiento de las políticas de empleo para evitar la pérdida de talento.
La consultora Hays, por su parte, estima que el 80% de los managers españoles tiene intención de buscar nuevo trabajo en 2020, sobre todo, en empresas menos digitales, más verdes y más humanas. La mayoría de ellos apela que buscan trabajo por miedo al cambio o a la pérdida de empleo por culpa de la digitalización.
En mi opinión, si hay fuga de talento es precisamente por todo lo contrario, porque los mandos medios temen quedarse en empresa muy analógica, donde todo se hace siempre de la misma manera. Una compañía que no evoluciona es una compañía sin futuro, porque nos guste o no, el futuro es digital. La inteligencia artificial, la automatización y los espacios virtuales podrían cambiar el mundo radicalmente, tal y como lo hizo en su día la máquina de vapor durante la primera Revolución Industrial, como apunta Ina Schieferdecker, miembro del Consejo Consultivo para el Cambio Global, quienes han publicado el informe Hacia un Futuro Digital Común.
Sácale jugo a la tecnología
La tecnología debe convertirse en nuestro aliada y saber aprovechar todas las oportunidades que nos da para abordar los retos sociales, económicos y ecológicos que tenemos sobre la mesa. En este sentido, la digitalización también nos ofrece beneficios para las compañías en tanto que nos puede ayudar a automatizar procesos y así liberar cargas de trabajo, nos ofrece nuevas herramientas de comunicación para realizar, por ejemplo, reuniones a distancia o trabajar desde casa y también nos permite conocer mejor a nuestros consumidores para ofrecerles productos que se adapten mejor a sus necesidades. ¡Hay infinidad de beneficios!
Así que si la tecnología no es el problema, puede ser que la causa de la fuga de talento sean las políticas de empresa. Todavía existen muchas compañías que cuentan las horas de trabajo en lugar de los resultados, que imponen horarios fijos e inamovibles y que aceptan todas las propuestas del jefe por el mero hecho de que es el que manda. Todas estas formas no son, a mi parecer, propias de un presente rápido, ágil y lleno de cambios como el actual.
5 medidas para evitar la fuga de talento
En lugar de culpar a la tecnología, revierte la situación adoptando las siguientes medidas. Podría ser que fueran un motivo para atraer talento y sintonizar con tu equipo.
1. Flexibilidad: si tu sector te lo permite, olvídate de imponer horarios fijos. A más flexibilidad más lealtad, el 55% de los trabajadores que está en empresas flexibles declara permanecer en la misma empresa más de cinco años, según la Encuesta Millennial 2018 de Deloitte.
2. Trabajo por OKR: deja de contar horas y evalúa resultados. Trabajar por objetivos motiva al equipo, haciéndolo partícipe en todo momento, y permite tener una hoja de ruta más clara con tareas concretas y tiempos de ejecución.
3. Formación flexible: facilita la formación a tu equipo. Dado que la sociedad avanza a pasos agigantados debemos estar en constante formación. Ahora bien, quizá las formaciones internas no son la mejor fórmula para todos. Intenta ofrecer un abanico de posibilidades, desde workshops, bibliografía, cursos online hasta masters, para que cada persona escoja la que más le convenga.
4.Convierte la tecnología en tu mejor amiga: aprovecha todas las ventajas que nos ofrece e incorpórala al máximo en tus rutinas de trabajo. Alíate con ella para que te ayude, por ejemplo, a automatizar procesos. De esta manera, podrás liberar cargas de trabajo y dedicar todo tu potencial a aquellas tareas más complejas.
5.Comunicación y relaciones humanas: por muy tecnológica que sea tu compañía, necesitamos interacciones humanas. Esfuérzate por conectar con tu equipo y promueve dinámicas y actividades que obliguen al equipo a conocerse. Hay muchas opciones: comidas de equipo, retreats, actividades de teambuilding, clases de deporte…
Estas son solo cinco propuestas modestas para empezar el cambio pero soy consciente que existen muchas más. Lo importante es empezar por algo, lanzarte sin miedo y mejorar.