Estos días estamos viendo cómo el pánico y sobre todo el miedo se apodera de nosotros. Muchos negocios no pueden seguir trabajando, restaurantes, hoteles, bares, tiendas y todo tipo de empresas. Empezamos a ver ERTE que afectan a miles de personas y a otras que directamente la demanda las envía para su casa de momento sin trabajo.
Si seguimos el manual clásico de una escuela de negocios lo que nos tocaría hacer a todas las personas que gestionamos una empresa es recortar de una forma quirúrgica y ajustar la plantilla a la mínima expresión para asegurar la supervivencia de la empresa. Y en algunos sectores será imprescindible.
¿Pero qué pasaría si no hacemos caso del manual?
¿Qué pasa si nos planteamos algo distinto?
¿Y si en lugar de despedir apostamos por lo contrario, por mantener todos los puestos de trabajo y buscar otras soluciones? Quizás te preguntes si esto tendría sentido y lo bueno es que ya ha habido empresas que lo han hecho y les ha salido bien.
Caso Barry-Whemiller
Si cogemos el caso de Barry-Whemiller ya se encontró en esa tesitura a finales de 2008 y su apuesta fue recortar de todos los sitios menos despedir a ninguna persona. Tomaron la decisión de sacrificarse todos un poco a fin de que nadie sufriera y se encontrara sin trabajo y sin ningún tipo de ingresos.
Si todos nos ajustamos quizás no dejamos a nadie fuera del sistema. Es más puede que el sistema no se pare del todo y antes de lo que pensamos nos encontremos en una situación mejor a la que esperamos. Bob Chapman, CEO de Barry-Whemiller, propuso que todo el mundo debería coger cuatro semanas de vacaciones sin paga y una reducción temporal de salario. El caso es que la empresa no solo superó la crisis sino que en 2010 tuvo el mejor año de su historia. La moral de su equipo estaba por las nubes, sabían que podían contar con su empresa y con sus compañeros. Eso sí, a costa de un sacrificio colectivo, menos ingresos y mayor esfuerzo. No se sacrificó solo a los empleados, la empresa también asumió unas pérdidas para luego resurgir con más fuerzas y ser capaz de generar mayor riqueza para su accionistas pero también para su equipo.
Otras iniciativas europeas
En Dinamarca, el gobierno se ha propuesto compensar a los trabajadores afectados por el coronavirus. Según el acuerdo del tripartito, el gobierno pagará el 75 por ciento de los salarios de los trabajadores en cuarentena y su empleador se hará cargo del resto de la factura. Los empleados renunciaron a cinco días de vacaciones anuales para calificar para la compensación.
Francia también prepara un plan de choque para salvaguardar a las compañías. Macron anunció un paquete de medidas para evitar la quiebra de las empresas. El estado estado asumirá el pago de los créditos bancarios contraídos, se suspenderá el pago de impuestos, cotizaciones sociales, de las facturas de agua, luz y gas y los alquileres. Todo ello para mitigar el impacto económico del Covid-19.
Estos días también son días de reflexión y formación. Debemos aprovechar este tiempo para explorar nuevas vías y modelos de negocio e invertir tiempo en formación. Preparar a nuestros equipos para las nuevas crisis que vendrán, y educarlos en adaptabilidad y flexibilidad porque seguro que llegan cambios inesperados y nuevas metas por cumplir.
Si cogemos el manual de un sindicato algunas personas no estarán dispuestas a hacer ninguna concesión porque piensan que su empresa no les va a dar nada, me pregunto qué pasaría si todos estuviéramos dispuestos a sacrificarnos un poco: la empresa asume unas pérdidas durante un tiempo y los empleados también asumen una reducción de sus condiciones laborales para que después todos ganemos o como mínimo tengamos la oportunidad de aguantar hasta la salida de la crisis.
Si eres líder de una empresa ¿estás dispuesto a probarlo? Y si estás empleado por una empresa, ¿estás dispuesto a ajustar las condiciones para que nadie se vaya a la calle con lo que esto supone ?
¿Por qué no hacemos este experimento a gran escala y nos ajustamos todos?
Estoy seguro de que así salimos antes de la crisis.
