Hace unos meses, durante la misma semana, entrevisté a los directores generales de dos compañías de renombre. Los dos habían tenido una vida profesional de éxito, pero ahora estaban en un momento de transición y cuando les pregunté ¿Qué hubieran cambiado? ¿Qué hubieran hecho diferente si volvieran a empezar?, ambos coincidieron en la respuesta:
- «Si volviera a empezar habría disfrutado más del momento. El proceso no lo viví, estaba obcecado con el resultado final y de eso me arrepiento».
Algo muy parecido comentó Pau Donés, que ya sabéis que era uno de mis cantantes favoritos, en una de sus entrevistas. El artista de Jarabe de Palo siempre decía que había hecho un mogollón de cosas, pero que de muchas no era consciente hasta que no había terminado. Una vez pasadas, se daba cuenta de todo lo que había vivido.
- «He dado conciertos espectaculares, recuerdo uno especialmente en Ciudad de México, estaba abarrotado de gente, fue una pasada de concierto, pero en el momento no lo disfruté, no supe valorarlo. Sucedió, como tantas otras cosas, sin yo ser del todo consciente».
Comparto estos ejemplos para ratificar que vivir el momento presente es importarte, y dedicar tiempo para descubrir qué es lo que realmente te hace feliz también.
Muchas veces deseamos cambiarnos de piso, comprar un coche más grande, tener el último modelo de iPhone, pero todos sabemos que está felicidad es volátil. Tener la super casa está muy bien, te puede dar la felicidad, pero estarás enfocándote en cosas materiales y puede ser que entres en la carrera de la rata: estar todo el rato persiguiendo, persiguiendo y no parándote nunca a disfrutar; querer trabajar siempre más para ganar más y poderte permitir todos sus caprichos.
Para mí el reto sería averiguar ¿cómo te haces feliz? ¿qué es lo que realmente te llena que depende de ti? La felicidad hedonista está permitida, ¿quién no disfruta de una buena comida?, pero lo importante es centrarte en hacer cosas que tengan que ver con el sentido de la vida, con el ser y el sentir.
Como esto no es tarea fácil me gustaría compartirte algunas ideas que te pueden ayudar a trabajar en el cómo en lugar del qué. Hoy voy a hablarte de algunas leyes espirituales que cita Deepak Chopra, reconocido mundialmente en el ámbito de la medicina mente-cuerpo y autor de varios libros. En uno de ello, Las siete leyes espirituales del éxito, Chopra menciona 7 mecanismos que podemos adoptar en nuestra conciencia para generar riqueza y ser más felices. Aunque en el libro se citan 7, voy a compartiros las 4 que creo que están más relacionadas con el tema de hoy. Si queremos crear felicidad en nuestras vidas debemos aprender a sembrar esas semillas de felicidad.
1. Ley de la entrega: seguramente te resulte familiar, es conocida también como la ley del dar y del recibir, cuanto más des más recibirás. Si quieres tener alegría reparte alegría, si quieres tener amor, aprende a darlo, tan fácil como esto.
Se trata de generar movimiento siempre y mantener en circulación la riqueza y la abundancia. Puedes ponerlo en práctica de la siguiente manera: siempre que te cruces con alguien conocido párate y salúdale con una gran sonrisa, pregúntale también cómo está. De esta manera, estarás regalando aprecio y alegría.
Si te invitan a casa de alguien, por ejemplo, trae un pequeño regalo, puede ser simplemente unas palabras de agradecimiento, todo detalle cuenta.
2. Ley del karma o causalidad: toda acción engendra una fuerza de energía que vuelve a nosotros en igual cantidad. Seguramente habrás escuchado esta ley, no es nada nuevo. A lo largo del día las personas tomamos una media de 35.000 decisiones y todas ellas condicionan nuestro futuro. Sé consciente de que todas las decisiones que tomes hoy dibujarán tu mañana. Crea buen karma y antes de decidir cuestiónate lo siguiente:
- ¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión que tomo?
- ¿Me aporta felicidad, a mí y a los que me rodean?
3. La ley del mínimo esfuerzo: o lo que es lo mismo hacer menos para conseguir más. El primer elemento de esta ley es la aceptación (abrazar todo lo que nos pasa, tenemos la oportunidad de dar una respuesta creativa a todo lo que nos sucede), el segundo es la responsabilidad (no echar la culpa de nuestra situación a nada ni a nadie, ni a nosotros mismo). El tercero es el que Depaak Chopra nombra como indefensión, eso es, renunciar a la necesidad de defender siempre nuestro punto de vista. Quizá no es necesario que constantemente intentemos convencer a los demás de nuestros ideales, a veces basta con estar abiertos a todas las opiniones sin apegarte rígidamente a ninguna de ellos.
4. La ley de la intención y del deseo: si algo quieres tienes que creerlo y desearlo con fuerza para mandarle una señal al universo y que él te lo pueda conceder. ¿Nunca te ha pasado que has pensado mucho en algo que querías y finalmente ha sucedido? La intención desencadena la transformación de la energía. El presente no lo podemos cambiar, pero podemos crear el futuro con la intención, que nos más que focalizar nuestra atención en el resultado que queremos.
Estos cuatro principios que hemos repasado hoy nos permiten trabajar en el ser y aprender a gestionar mejor todo lo que nos pasa. Se trata ser más optimistas y ver el vaso medio lleno. Una persona que es feliz es consciente de que cada día habrá un reto o una dificultad por resolver. La persona feliz sabe que la vida no es perfecta, pero la toma con ganas, con la voluntad de arreglar las cosas y hacer que todo sea cada día un poquito mejor. Intenta poner en práctica estas leyes y disfruta del proceso.
¿Tú cómo te haces feliz?