Todo empezó un lunes por la mañana, recuerdo que teníamos reunión de equipo, en la oficina, éramos cinco personas en una sala minúscula, nuestra primera oficina. Así nacía Cyberclick. En aquel momento todo me parecía posible, pensaba que podíamos hacer las cosas de forma distinta, pero, sobre todo, podía disfrutar y ser feliz en el trabajo.  

Cuatro años más tarde, un lunes también, me desperté en casa para ir a trabajar, pero no estaba motivado, no tenía la misma energía que siempre y no me apetecía mucho ir a la empresa que yo mismo había cofundado. Mala señal, pensé. Respire, bajé a la oficina y decidí cambiar aquello

Empezó mi búsqueda: empecé a investigar y a hablar con profesores de escuelas de negocio, emprendedores y empresarios, empecé a leer sobre compañías como Virgin o Semco, empresas referentes en hacer las cosas distintas, y más tardé me inspiré con la filosofía de Zappos y La Fageda y, así, poco a poco, fuimos creando nuestro modelo. Nos llevó tiempo, tardamos diez años en construirlo y no fue fácil pero lo logramos. Diez años más tarde, estábamos celebrando que habíamos ganado el Great Place to Work: Cyberclick era considerada la mejor empresa para trabajar en España. Al año siguiente repetimos logro, volvimos a ganar, pero eso no es lo importante.  

Lo relevante es que hacía muchos meses que trabajar y ser feliz era posible, los lunes volvían a ser días positivos. Desde entonces, hemos procurado mejorar nuestro modelo y encontrar las claves que nos permitan crear un espacio de trabajo feliz. Para ello, a veces es necesario apoyarse en la ciencia y seguir ciertas reglas que nos permitan encontrar soluciones a nuestros retos diarios. En el post de hoy comparto algunas fórmulas que nos han ayudado y pueden ser útiles para que tú también encuentres la felicidad en el trabajo. 

1. La fórmula de la felicidad (Martín Seligman)

El padre de la psicología positiva estudió la felicidad y estableció una regla para conseguirla. La felicidad duradera es la suma de un rango fijo de felicidad (R), las circunstancias de la vida (C) y los factores que dependen de nuestra propia voluntad (V).

Felicidad = R+C+V

Según Martín, todos nosotros tenemos un componente genético que determina lo felices que podemos llegar a ser, algo así como nuestro “termómetro de la felicidad”, que está influenciado por las circunstancias que nos rodean y los acontecimientos que nos suceden pero, también, por nuestra actitud frente a los retos de la vida. Para Martín este último componente es importante para contrarrestar nuestro termostato de la felicidad y todo aquello que nos ocurre. Nuestra voluntad, es decir, las decisiones que tomamos día a día pueden cambiar nuestra felicidad.

2. La ecuación de la felicidad (Mo Gawdat)

Mo Gawdat también indagó sobre la felicidad para encontrar una fórmula que le permitiera desarrollar un verdadero estado de bienestar permanente. El exdirectivo de Google abandonó su puesto en la división de innovación y desarrollo para centrarse en la búsqueda de la felicidad.

Tras varios años de investigación dio con un algoritmo que relacionaba nuestra percepción sobre los acontecimientos de la vida con las expectativas relativas a nuestro comportamiento. Este ingeniero descubrió una ecuación, basada en la comprensión de cómo el cerebro absorbe y procesa la alegría y la tristeza, que nos permite restablecer nuestro estado de felicidad cuando un acontecimiento nos descoloca.  

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Años más tarde, Mo Gawdat tuvo que poner a prueba su ecuación: su hijo Ali murió repentinamente por una negligencia médica. Él y su familia pusieron en práctica la fórmula para salir de la desesperación y poder recuperarse de la tragedia. Mo explica en su libro El algoritmo de la felicidad que pasó episodios de locura, al principio perdió la fe en la vida y le inundaron muchos sentimientos de culpa, pero su modelo de felicidad le enseñó a controlar sus pensamientos para lograr un estado constante de paz. “Le pedí a mi cerebro que suspendiera un pensamiento negativo y produjera otro mejor” explica.  

3. La importancia del propósito (Viktor Frankl)

En situaciones complicadas, como la que tuvo que pasar MoGawdat, es importante encontrar un propósito a nuestro sufrimiento. Mo decidió compartir su algoritmo y todos sus aprendizajes en un libro para ayudar al mayor número de personas posible a ser felices. Su reto era ambicioso: lograr que 10 millones de personas fueran felices. 

Si nuestro dolor no tiene ningún sentido, si no nos conduce a ninguna parte, entramos claramente en la desesperación. Para Viktor Frankl, fundador de la logoterapia, la vida tiene sentido bajo cualquier circunstancia si somos capaces de encontrar un propósito a nuestro sufrimiento.

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Para el autor, que sobrevivió a un campo de concentración, la desesperanza es el sufrimiento sin propósito y para no caer en ella necesitamos actitud y amor. Viktor se aferró al amor para sobrevivir. Según el autor, la salvación del hombre está en la capacidad de experimentar amor, con nosotros mismos y con los demás. Frankl ejerció de médico y psicólogo con otros deportados, combatiendo su hundimiento emocional, y así pudo descubrir su propósito de vida: ayudar a los demás a encontrar significado en sus vidas. 

4. El efecto multiplicador de la actitud (Viktor Küppers)

Ya hemos visto que la actitud es una variable clave para incrementar nuestra felicidad. Seguramente ya conoces el discurso de Victor Küppers en torno a la importancia de la actitud en el cambio personal y su idea de que las personas somos como bombillas, transmitimos sensaciones y provocamos un efecto en el otro, pero hay personas que van a 30.000 vatios y otras que van fundidas, que no transmiten nada y están siempre con un estado de ánimo bajo. 

¿Por qué es importante mantener el ánimo?

Viktor nos comparte una fórmula para calcular el valor de las personas.

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El valor de las personas es el resultado de la suma de sus conocimientos (C) y habilidades (H) multiplicado por su actitud. Lo importante aquí es el efecto multiplicador de la actitud. La diferencia entre las personas está en su manera de ser, en la actitud que adoptan. Uno no escoge a sus amigos por el currículum o la experiencia que tienen sino por su actitud y forma de ver la vida. Lo mismo pasa en el entorno laboral, los mejores líderes no son aquellos que acumulan logros sino los que siempre tienen una actitud positiva con su equipo. Ya sabes que con una buena actitud puedes conseguir todo lo que te propongas

5. La ecuación de la motivación (Piers Steel) 

Otro ingrediente necesario para la felicidad es la motivación, de ella depende que tengamos la energía necesaria para afrontar todo aquello que nos marcamos. Ya sabes que una de las satisfacciones más grandes del ser humano es la sensación de progreso, pero hay veces que no tenemos fuerza para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado y aquí entra en juego la motivación. 

¿Cómo podemos mantenernos motivados? 

El psicólogo canadiense Piers Steel nos lo cuenta en su libro Procrastinación. Por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy. Según él la motivación es el resultado del valor (V) que tiene para ti lograr la meta (lo mucho o poco que te importa) multiplicado por tus expectativas (E), es decir, la confianza que tienes contigo mismo para lograr el resultado, entre la impulsividad (I), tu tendencia a postergar la cosas, por el retraso (R), la variable relacionada con la motivación. Si nuestra meta está muy lejos en el tiempo, no vamos a poder mantener nuestra motivación. Te cuento más en este post.  

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Piers Steel sostiene que para estar motivados el numerador de la ecuación debe ser alto. Cuanto más creemos en nuestras capacidades y mayor es el valor que le damos a la meta, más motivados estaremos. Hacer una maratón, por ejemplo, puede ser una meta muy motivadora, pero si no crees en ti mismo, si no te ves capaz de lograrlo, poco motivado estarás para empezar a entrenar.

6. Del ROI al retorno de la plenitud (David Tomás)

¿A ti qué te hace feliz?

¿Crear una familia? ¿Tener tiempo libre? ¿Montar una empresa?

Es importante saberlo para enfocar toda tu energía en ello y poder incluir en tu vida diaria todas aquellas cosas que te producen bienestar.  Cada uno de nosotros tiene sus prioridades y da valor a unos aspectos de la vida. Un buen sueldo y un cargo directivo pueden ser las aspiraciones de algunos, mientras que otros priorizan tener tiempo, salud física y mental o montar un proyecto. Se trata de detectar aquello que nos hace sentir plenos para potenciarlo en nuestra rutina. 

Aquí no es tan relevante la relación entre las ganancias obtenidas y la inversión realizada sino la relación entre todo aquello que te produce plenitud y lo que te ha costado lograrlo (tiempo, dinero, esfuerzo). 

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Al calcular el retorno de la plenitud, es importante que la foto final sea positiva, que al analizar todo lo que has conseguido y lo que te ha llevado a la meta te invada una sensación buena, de tranquilidad, de paz.  Plenitud no significa perfección, seguro que hay cosas que podemos cambiar o mejorar, pero se trata de un estado positivo, en armonía, a pesar de las dificultades que nos hayamos encontrado. Te cuento más en este post.

 

7. El tercer día más importante de tu vida (David Tomás)

Mark Twain afirmaba que había dos días muy importantes en la vida de una persona: el día que nacía y el día que descubría por qué había nacido. 

El primero es imprescindible porque es la oportunidad de vivir, de ser. ¿Sabías que las probabilidades de que una persona nazca son 1 entre 400.000 trillones? Así lo concluyó el estudio del doctor Ali Binazir. Te cuento más en este post

El segundo es clave porque es el que le da sentido a tu existencia, es el que te permite encontrar tu propósito, que no es fácil, ya lo sabes, pero hay otro día muy relevante en la vida de las personas, y es el tercer día.

Eso es, el día que te das cuenta de que la vida es muy corta, que cada segundo cuenta. Descubrir este tercer día es un regalo porque a partir de ese momento empiezas a valorar más las cosas y las personas, tomas decisiones acertadas, priorizando aquello que te hace sentir bien, y empiezas a vivir de forma diferente: cambias prioridades y aprendes a valorar la vida. 

Hay personas que descubren el tercer día a los 20, otros a los 50 y hay otro que hasta los 90 no son conscientes de ello. No sé si a ti te ha pasado, pero hay un momento en la vida que te das cuenta de que cada momento es único y especial y que estamos aquí para exprimirlo al máximo.

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8. La fórmula del éxito (David Tomás) 

Muchas personas son felices cuando alcanzan el éxito, pero ¿qué es tener éxito? ¿qué es el éxito? Para Steve Jobs, es la capacidad de cambiar el mundo, un inconformismo continuo que te impulsa a moldear la vida para mejorarla. Para Bill Gates el éxito es saber decir que no y abrazar las noticias negativas porque nos permiten conocer nuestras áreas de mejora y tener siempre una actitud positiva y optimista. En mi opinión, hay tantas versiones del éxito como personas en el mundo. Cada uno lo define a su manera, en función de sus prioridades y de aquello que le aporta felicidad. Para mí el éxito se resume en tres ideas: 

​​1. Hacer aquello que te inspire: encuentra tu pasión y dedícate a ella, de esta manera todo lo que hagas, lo harás desde el corazón, con cariño y dedicación. 

2. Sentir que has ayudado a alguien: para mí eso es muy gratificante, una mirada de complicidad, un agradecimiento o el saber que has despertado algo positivo en alguien.

3. Levantarte con energía: para mí el tercer punto del éxito es lograr levantarse, cada día, con ganas y con un propósito en mente. Es importante también irte a dormir tranquilo y satisfecho de que has dado tu máximo.

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Todas estas fórmulas no son más que un resumen de todas aquellas variables y conceptos que nos pueden ayudar a encontrar la felicidad. Como habrás visto, no existe una única ecuación cada uno debe crear la suya y compartirla para ayudar al otro a encontrarla. Si somos personas felices, compartiremos buena energía en el trabajo, y esa energía volverá de vuelta a casa cuando terminemos la jornada. Además, cada uno de estos conceptos que hemos compartido hoy tienen cabida en el entorno laboral.

Trabajar en una compañía con un propósito y una misión clara, te ayudará a dar sentido a tus días. Además, sentirás que formas parte del proyecto, tendrás energía y motivación y, todo esto, contribuirá a tu sensación de plenitud. 

Es importante, además, rodearte de un equipo que siempre tenga buena actitud y que juntos marquéis objetivos alcanzables, en los que verdaderamente creáis dentro, siempre, de un marco temporal bien definido. Si no, ya sabes que es difícil cumplir la metas. 

Por último, es fundamental gestionar bien nuestras expectativas y nuestra percepción de los acontecimientos, adoptando siempre una mirada positiva. A menudo en el trabajo juzgamos al otro sin saber bien bien qué ha pasado, sin tener toda la información y analizamos la situación bajo nuestro criterio y punto de vista sin pararnos a pensar por qué ha actuado de esa manera y cómo se ha podido sentir. Ayudar al otro contribuye a nuestra felicidad, no te olvides.

 ¿Cuál es tu fórmula de la felicidad?

 

Libro "Diario de un Millennial"

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