Recientemente he leído un artículo en el portal de Harvard Business Review que comentaba un hecho muy interesante sobre los tipos de mentalidades que existen.
Según la psicóloga Carol Dweck hay dos tipos de mentalidades básicas con las que las personas enfocan su forma de vivir: “fixed” y “growth”.
O lo que vendría a ser lo mismo: mentalidades fijas y mentalidades crecimiento.
Mentalidades fijas
Las personas que tienen una fixed mindset creen que la inteligencia y el talento son factores en gran parte condicionado por la genética.
En definitiva, que si te ha tocado un jefe con este tipo de mentalidad, para él o eres inteligente desde el mismo día que naciste o no.
Las mentes fijas esperan de ellos mismos y del resto de su equipo que demuestren inteligencia en todo momento y los errores son algo que se tiene que evitar a toda costa.
Este tipo de mentalidad limita la habilidad de aprendizaje porque pone el foco en demasía en hacerlo todo bien.
Mentalidades Crecimiento
En cambio, las growth mindset son personas que se marcan retos y oportunidades de aprendizaje.
Ellos creen que no hay nada que no puedas conseguir o hacer, basta con ser mejor a través del esfuerzo y la práctica.
Este tipo de jefes no ven los fallos como un signo inadecuado o de debilidad, al contrario, lo ven como una forma de ser felices asumiendo nuevos riesgos.
Porque si algo no sale como se esperaba, simplemente se aprende, y se continua hasta conseguir la ecuación para llegar al éxito.
Cómo potenciar la mentalidad Growth
Entendiendo que la mentalidad fixed no es la más deseada hoy en día, ni para los profesionales con posiciones de liderazgo ni para los integrantes del equipo de una empresa, me gustaría exponer algunas ideas para potenciar una mentalidad growth.
¿Por qué?
Las investigaciones de Peter Heslin y sus colegas han demostrado que los líderes con una mentalidad que apuesta por el crecimiento están pensando todo el tiempo cómo la gente puede estar mejorando de forma constante.
Animar a los empleados a aprender cómo hacer crecer su mente sirve para:
- Que sean más conscientes de las oportunidades de mejora personal.
- Que estén más dispuestos a aceptar los desafíos.
- Que sean más resistentes a la hora de enfrentar los obstáculos.
Así que este tipo de jefes se pasan el día pregonando a los cuatro vientos a su gente que deben formarse.
Pero para que el grupo de trabajo tome como un reto el continuo aprendizaje se pueden marcar incentivos.
- La formación como método de promoción
Puedes animar al equipo a que aprendan de forma constante y estén al día de las novedades de su sector o especialidad profesional. Porque así demostrarán una capacidad de mejora que se valorará mucho el día de mañana a la hora de promocionar a personas del equipo. En cambio, la gente que se queda con un conocimiento obsoleto, pocas probabilidades tendrán de escalar o de mejorar profesionalmente en su misma empresa (o en cualquier otra).
- Animar al equipo a que se equivoque
¡Suena extraño el título de este punto! No se trata de que los miembros de la compañía se equivoquen adrede y se lleven por delante proyectos enteros, sino de que prueben diferentes métodos para llegar al éxito. Aquellas acciones que cada individuo considere que le llevaran al logro de sus objetivos. A veces acertarán, pero otras se equivocarán. Pero de ese error solo debe surgir un aprendizaje, que nos ayudará a mejorar en el futuro. Incluso se pueden analizar esos fallos y ver los puntos de mejora, para encarrilar las acciones hacia la buena consecución de las metas.
- Momento de reflexión diaria para interiorizar el conocimiento
Propón a tu equipo que al final del día dedique 15 minutos a reflexionar y a escribir sobre los nuevos conocimientos que cada uno ha aprendido.
Al cabo de un mes, esta técnica habrá ayudado a mejorar en un 20% la capacidad de retención e implementación del aprendizaje adquirido.
En Cyberclick realizamos esta tarea todos al final del día, gracias al Semáforo de la Felicidad que nos llega justo al marcharnos y donde se nos pregunta sobre nuestro estado de ánimo de ese día y sobre lo que hemos aprendido.
- La empresa oferta la formación al equipo
Si la propia empresa facilita económicamente la formación o los recursos, será una gran motivación para el equipo.
Además, las sesiones de aprendizaje pueden ser incompany durante el horario laboral.
Así la compañía demuestra que el tiempo que dedican los profesionales a estar en la oficina no es solo para producir, sino también para aprender y mejorar.
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Muy buenas David,
Estoy totalmente de acuerdo con el contenido de tu post, y es una realidad en la empresa y claramente identificable en el equipo que te rodea.
No obstante, y bajo mi punto de vista, es más importante saber situarse en una zona intermedia, es decir, identificar claramente las personas del equipo que tienen ciertas habilidades para desempeñar ciertas funciones, ya que, independientemente de que nos den la formación necesaria y el apoyo, hay cierta parte de la inteligencia (o llamémoslo mejor comportamiento) , que si que considero innato a cada una de las personas.
La clave (y lo complicado), sacar lo mejor del equipo que te rodea.
Felicidades por el blog,
Un saludo,
http://www.danielclaros.com