Te propongo un reto. ¿Has pensado nunca el peso que tiene tu personalidad y tus decisiones dentro de la empresa donde trabajas? Te animo a que te detengas unos instantes y analices la percepción que tienes de tu compañía y el comportamiento dentro de ésta. ¿Eres una tímida pieza del conjunto o un motor autónomo que, con propias ideas e ilusiones, ayudas al resto del equipo con nuevos objetivos profesionales?
Si tras esta pequeña reflexión te has dado cuenta que es la primera vez que te cuestionas interiormente tu papel como profesional dentro de una organización te sugiero un importante cambio de mentalidad. Para ello, volveré a recurrir a las palabras de Brian Tracy que estoy convencido que te van a ayudar mucho y acabarás dando un giro muy positivo a tu trayectoria personal y laboral.
El experto en liderazgo y éxito empresarial y personal se caracteriza por lecciones como la siguiente:
El error más grande que puedes hacer en la vida es pensar que estás trabajando para alguien más, en vez de para ti mismo. Eres el Presidente de tu propia corporación de servicios personales. Cuanto más actúes como si trabajases por cuenta propia y trates a tu empresa como si fuese tuya, más rápido crecerás y aprenderás.
Tú eres tú mismo, no llevas el ADN de una determinada institución y, como consecuencia, te caracterizas por una forma única de pensar que puede enriquecer en gran escala los proyectos que hagas conjuntamente con el resto de personas. Si cada uno trabaja según su forma de ser y manteniendo respeto mutuo, nos nutriríamos de multitud de opiniones y puntos de vista que harían mejorar considerablemente los resultados y aspiraciones.
Brian Tracy nos invita a un ejercicio que comporta responsabilidad. Al encargarnos de las acciones que se llevan a cabo en la empresa como si ésta fuese nuestra estamos cargando con un compromiso mayor pero mucho más gratificante. Los retos de la compañía son tus retos y sus triunfos, los tuyos. El aliciente perfecto para querer mejorar días tras día demostrando las grandes cualidades que te definen y aportando el valor añadido a la organización con tu nombre y apellidos.
De modo que eres una auténtica ‘Sociedad Ilimitada’. Una fuente sin fondo repleta de recursos, ideas, capacidad de aprender y compartir. Una empresa en ti mismo que forma parte de la compañía donde trabajas, de modo que demuestras no ser un ente anónimo. Por lo tanto, sea cual sea tu situación laboral, trabaja diariamente para dar valor a esta empresa. Eres el único responsable de poner el precio a este valor, dependiendo del grado de compromiso y autoformación que tengas.
Por último, cabe decir la importancia que tiene movilizarse para encontrar el entorno laboral que se ajuste a tus valores e inquietudes profesionales. Debes sentirte realizado en cada uno de los cargos que se te asignen, porque sólo así serás feliz en las horas destinadas al trabajo, como en tu vida personal. Dada la situación económica actual, no es el mejor momento para poder seleccionar este entorno que esté alineado a tu forma de ser, no obstante, puedes empezar a prepararte por cuenta propia para dar el salto. Aprovecha este tiempo para seguir aprendiendo, dedicando una sola hora al día irás cosechando el terreno para que cuando salgamos de la crisis puedas ser tú quién elija dónde y con quién quieres trabajar.