1. Busca una necesidad y satisfazla
Las necesidades humanas y deseos son ilimitados. Por lo tanto, las oportunidades para la iniciativa empresarial y el éxito financiero son ilimitados también. La única restricción en las oportunidades de negocio disponibles para ti son los límites que pones en tu propia imaginación.
2. Encuentra un problema y resuélvelo
Cuando se te presente un problema de un cliente y creas que no tiene solución significará que dispones de una oportunidad con la que poder volver a empezar y desarrollar un negocio exitoso. Veamos un ejemplo:
Antes de que existieran las fotocopias, la única manera de imprimir varias copias de un sólo patrón era trabajar con hojas de carbono muy finas. Sin embargo, un solo error requeriría al mecanógrafo revisar una por una las diferentes copias para detectar los errores y borrarlos. Esto hacía perder muchísimo tiempo y paciencia.
Dada la situación, nace de una necesidad un invento que fue una gran revolución. Una secretaria que trabajaba para una pequeña empresa en Minneapolis decidió mezclar harina con esmalte de uñas blanco para utilizar la pasta tapando los pequeños errores de escritura sin apenas notarse. Una solución tan casera como aquella alcanzó gran éxito entre todas las oficinas de la zona, tanto fue así que día tras día, le llagaban a aquella mujer más demandas de su producto.
La responsable de esta anécdota acabó por dejar su empleo para dedicarse únicamente a la fabricación de lo que llamó ‘Liquid Paper’, un proyecto que acabó comprando años más tarde la Corporación Gillette por 47 millones de dólares y hasta la fecha actual es un producto imprescindible para el material de cualquier oficina del mundo.
3. Tienes oportunidades ilimitadas
Problemas siempre habrá, la cuestión es saber detectarlos a tiempo para solucionarlos mejor que en el pasado. Emplea siempre la imaginación a la hora de buscar soluciones cuyos frutos sean un mejor producto o servicio, más barato, más rápido o más fácil.
4. Pon el foco de trabajo en el cliente
La clave del éxito en los negocios es centrarse en el cliente. Pon tus cinco sentidos para descubrir sus necesidades y deseos. Pensado en él todo el tiempo acabarás haciéndote una idea muy precisa de cuáles son sus problemas o cuánto está dispuesto a pagar. Sencillamente es ponerse en su piel y ver qué trato te gustaría recibir de una compañía.
5. Busca el éxito sin grandes recursos
Encontrada la idea con la que resolver el conflicto, empieza invirtiendo tiempo, talento y energía. Éstos son los tres pilares fundamentales antes que pensar en la importante suma de dinero que gastarás.
Las fortunas más importantes de todo el mundo nacen de una idea pero sin casi recursos económicos. Lo que verdaderamente dicta el éxito de una compañía es poner todo el corazón en la producción del producto o servicio que se quiere sacara para adelante.
Busca oportunidades de negocio en todas partes, desarrolla una mentalidad empresarial abierta y curiosa por las necesidades no satisfechas y los problemas no resueltos.
Brian Tracy: “Una idea es todo lo que necesitas para conseguir tu primer millón”.
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