Hace bastante tiempo que sigo a Brian Tracy a quien considero una de las personas que mejor sintetiza las características para tener éxito en la vida en general y con particular énfasis en la empresa. Revisando algunos de los contenidos que he podido leer de él, encuentro especialmente interesante las recomendaciones que da para mejorar las habilidades en cualquier conversación, algo que es fundamental si queremos ser capaces de transmitir nuestras ideas.
Brian Tracy comparte con otros expertos en comunicación la idea de escuchar el doble de lo que hablamos. Un consejo muy distinguido si queremos fomentar una base sólida en cualquier negocio. Aprendiendo primero de los demás, lograremos enriquecer nuestros puntos de vista y proyectaremos siempre una imagen de alguien que sabe escuchar y valorar la opinión de todos. Y éste es el inicio de cualquier triunfo empresarial.
Por lo tanto, si queremos convertirnos en un gran conversador debemos respetar una pausa antes de responder (tan sólo hará falta que sea de tres a cinco segundos). Se trata de un detalle muy agradable con el que conseguiremos claves objetivos. Veámoslos por puntos:
Los beneficios de la pausa
Saber escuchar implica no correr el riesgo de interrumpir, algo que nos perjudicaría mucho nuestra imagen. Cuando en una conversación haces determinadas pausas significa que cuidas y consideras importante el discurso de la persona que te está hablando, demuestras que sabes escucharle por lo que se sentirá muy a gusto. Además, entiendes con más claridad su discurso y asimilas mejor los conocimientos que te enseña.
Hacer preguntas
Otra forma de llegar a ser un gran conversador es buscar la vía de aclaración. Acostúmbrate a preguntar «¿Qué quieres decir exactamente?». Con esta pequeña ayuda controlarás mucho mejor la conversación, es casi imposible no responder con más detalles.
Parafrasear las palabras del orador
La tercera manera es parafrasear las palabras del orador en sus propias palabras. Una vez que asienta con la cabeza y sonría, entonces puedes responderle: «A ver si lo he entendido bien. Lo que estás diciendo es. . . »
Demostrar atención
Parafraseando las palabras del orador, demuestras que estás realmente prestando atención y haciendo todo lo posible por comprender sus pensamientos o sentimientos. La ventaja de poner en práctica la escucha efectiva es que las otras personas se sienten más relajados y contentos por tu comportamiento. Y, como consecuencia, poco a poco querrán estar más cerca de ti.
Escuchar genera confianza
Cuanto más escuches atentamente a otra persona, más confiará ésta en ti porque le habrás fortalecido gradualmente su autoestima de manera natural. Le estás generando confianza.
Escuchar desarrolla disciplina
Por último, escuchar construye un mecanismo de auto-disciplina en el oyente. Debido a que la mente puede procesar unas 500-600 palabras por minuto, y sólo podemos hablar alrededor de 150 palabras por minuto, se necesita un esfuerzo para mantener la atención concentrada en las palabras de otra persona.
Si no practicas esta auto-disciplina en una conversación, tu mente vagará en cien direcciones diferentes. Cuanto más prestes atención a lo que una persona te esté diciendo, más disciplinado te convertirás. Como dice Tracy en otras palabras, al aprender a escuchar bien, realmente desarrollas tu propio carácter y tu propia personalidad.
Para finalizar existen dos ejercicios que te pueden ser muy útiles para poner en práctica lo aprendido.
a) En cualquier conversación o debate, acostúmbrate a hacer una pausa antes de responder. Te sorprenderás seguro de lo poderosa que llega a ser esta técnica.
b) Acuérdate de preguntar ‘¿Qué quieres decir?’, una pequeña ayuda para dar más tiempo a la persona con la que estás hablando y tú poder atenderle mejor.